El mundillo político tiembla: esta tarde habrían arrestado, juzgado y encarcelado al ministro de Planificación, Julio De Vido (la celeridad del proceso serviría también para demostrar que el renovado Consejo de la Magistratura funciona "a toda máquina"). La sentencia indica que Julio De Vido fue "condenado a 29 cadenas perpetuas por violar de manera reiterada el Código de Convivencia, puntualmente el artículo que obliga a los dueños de canes a juntar las deposiciones residuales de sus mascotas y arrojarlas en los basureros especialmente designados para ello; 7 de las condenas, además, se debieron a la utilización de basureros comunes".
La investigación -que se abrió hace 7 meses- estuvo coordinada por la Policía Federal, el Ejército, la SIDE, la Guardia Urbana, la Red Solidaria, las Abuelas de Plaza de Mayo, los ex combatientes de Malvinas, los padres de las víctimas de Cromagnon, tres sobrevivientes de la tragedia de la Puerta 12, el sindicato de empleados tabacaleros, siete campeones de México '86, la Segunda Iglesia del Cristo Científico, la Comunidad Armenia y cuatro representantes del Circo del Profesor Jirafales, entre otras 359 organizaciones más. Para llevar a cabo la investigación, el Estado acordó ceder un extravagante presupuesto de 47 mil millones de dólares -la mayor parte utilizada en viáticos, servicios de lunch y botellas de VAT 69 y vodka Peters-.
En la foja se documentan claramente al menos 71 infracciones al código; también hay videos, entrevistas, peritajes, escuchas telefónicas y un reloj paddle watch (el que lo perdió lo puede ir a buscar al juzgado). La investigación peligró cuando Gerardo Morales -un agente de la SIDE que se había hecho pasar por perro para coquetear con la mascota de De Vido (Mimí) y así lograr que la investigación tuviese "un hombre adentro"-, declaró no poder "engañar así a Mimí", y se suicidó. La actitud poco profesional del agente, sin embargo, no logró destruir la investigación, que para ese momento ya tenía suficiente información para apresar al ministro.
El resonante caso recuerda, obviamente, a la manera en que lograron arrestar a Al Capone. Para los pocos memoriosos: como era tan prolijo para matar, lo metieron en cana por evasión impositiva.
Un alicaído De Vido sólo atinó a decir: "Menos mal que no estamos en Texas".