jueves, marzo 29, 2007

"Voy a ser candidato a la gobernación interplanetaria"

(Por Karina Betancourt para KfD).- En una entrevista a fondo, Alberto Fernández se desvincula de Rudolf Hess, Josef Mengele y Reinhard Heydrich; sobre Joachim von Ribbentrop sólo dice: "Éramos compañeros de primaria, pero él nunca fue realmente de Derecha".


"El Alberto" -como le gustaría llamarse de no intervenir intespestivamente el homónimo homoerótico del ex gobernador de San Luis-, es, por lo menos, un hombre alegre: a pesar de haber jurado pleistesía al Cavallismo, el huracán ideológico lo ha removido de la derecha más ortodoxa al kirchnerismo más... Bueno, donde sea que éste esté. Es feliz, y eso es lo que importa (sobre todo a esta cronista).

El Alberto porteño luce un bigote que, según él mismo estima, "se valuará en Christie's al mismo precio que las pinturas de Adolf Hitler", es decir, a varios miles de libras en los próximos años. "Esas libras, si Dios quiere, serán para mis hijos", dice orgulloso el Alberto, mostrándo la foto de sus cinco hijos: Idi Amín, Calígula, Benito, Salazar y Stroessner Adolfo Alberto Jr.; todos ellos Fernández.


- ¿Qué opina del golpe militar de 1976 y su cuestionable accionar?
- Bueno, creo que el crecimiento sin precedentes hace de este Gobierno uno realmente popular.
- Sí, eso lo entiendo, pero evaluando la conflictividad a la cual ha llegado la problemática de los Derechos Humanos, ¿qué evaluación haría al respecto?
- Creo que nadie ha reducido los índices del desempleo como lo hemos hecho nosotros.
- Es posible. Pero el tema es, ¿qué opina usted de Rodolfo Walsh?
- Creo que la libre determinación de los pueblos es funcional a los intereses económicos de los países más necesitados. Nosotros hemos logrado un avance formidable en este sentido, aliándonos con Venezuela, por ejemplo.
- Sí, pero lo que yo quiero preguntar es de qué manera cree que los juicios de lesa humanidad pueden...
- Mire, los Sudetes pueden ser checoeslovacos, pero la Welstaunchaung germana nos obliga a ser partícipes de ciertos "atropellos" -las comillas son mías, ¿pueden anotar eso y debitarlo?- y es posible que eso no les guste, sobre todo a los blocheviques. O a la oposición.
- No, yo lo único que quería preguntar era qué opinaba de la desaparición del testigo clave, Jorge Julio López...
- Sé, fácticamente, que deberíamos mirar mejor el error de Napoleón, el tema del invierno ruso. Sé que deberíamos estar mirando eso. Y creame que, con todos los medios disponibles que tenemos gracias al superávit, estamos evaluando la factibilidad de la invasión, y que el éxito de una invasión a la Unión Soviética es posible, sino probable.
- Ok, está bien... Cambiando radicalmente de tema ahora, ¿qué piensa del desempeño económico del actual Gobierno?
- ¿Kropotkin? ¿Quién dijo Malatesta? ¡El iluminador dijo "Bakunin", lo juro! Llamen a Himmler. ¿Está de franco? ¿Y Franco? ¿No habíamos acordado que nada de fines de semana en San Clemente? Llamen a Beria entonces. Beria está, menos mal. ¿Desaparecidos? ¿Pero de qué me está hablando? ¿O es que llamamos desaparecidos a los delincuentes en las cárceles, a los criminales?
- No, a ver... Económicamente, ¿cuáles cree que son los logros de este gobierno?
- ¿Dreyfuss? Lo único que falta es que tenga encima los protocolos de Sion. Revísenla. Porque debería tenerlos... ¿Para quién trabaja usted, señorita? ¿Plan Marshall? ¿Doctrina Monroe? ¿Yalta, Postdam? ¿Qué opinión le merece el Tratado de Versalles? ¿Solyenitzin? Déje de leer esas pelotudeces y lea a Martin Heidegger o escuche a Horacio Fontova.
* * *
Esta entrevista a Alberto Fernández tuvo las siguientes consecuencias: a la cronista que entrevistó al jefe de Gabinete se le rapó el pelo, se la obligó a vivir 37 años en Siberia y ahora sólo lee a Dostoievski; el fotógrafo de la entrevista terminó siendo amigo de Primo Levi en Auschwitz, luego se trasladó felizmente a Alemania Federal escondido en una carretilla; el taxista que los trasladó hasta el domicilio de Fernández fue deportado automáticamente a Berlín, donde violentamente y a través de métodos químicos intentaron volverlo ario; no pudieron, y por eso ahora tiene una agencia de remises en Longchamps.

1 comentario:

El Redentor dijo...

Ohhhhhh... Qué borracho estaba...