sábado, julio 28, 2007

Avivada

Como muy pocos de ustedes sabrán, los otros días hubo un pequeño escandalete diplomático en el aeropuerto de Ezeiza. Como se ve en el link, cuando la muchacha que está acá abajo -ministra de Justicia de Bolivia- se metió para embarcar como diplomática, un empleado dijo -en voz no muy baja, evidentemente-: '¿Cómo esta india va a ser diplomática?'. Ella se enojó (sobre todo por lo de diplomática) y cuando llegó a su país lo contó.

La imagen no es nada, el problema es llamarse Celima.
Y entonces Aníbal 'La morsa' Fernández, temiendo que el conflicto se agravara, oficializó esa especie de persecusión macarthista típica del kirchnerismo para dar con el empleado indo-xeno-misógino-antibolivariano, y echarlo (aparentemente). Lo complicado del asunto no es el tema del gas y las relaciones bilaterales, sino que mucha gente se avivió y se mandó al día siguiente a Ezeiza (muchos de ellos sin siquiera tener pasaje) y aprovecharon el temor de los empleados para cruzar por los controles impunemente, aprovechándose de la -hasta ayer- desventaja racial. Los que agarraron (abusándose de los impuestos que pagamos TODOS):

Cata Díaz. Clamó ser el rey Juan Carlos de España. Lo dejaron pasar sin más explicaciones y despidieron 'en el acto' a un empleado que fue a pedirle un autógrafo.


Juan Palomino. Después de cantar alabanzas sobre las playas marplatenses, afirmó ser Gordon Brown. Resaltó la ironía entre 'Brown' y su bronceado. Los empleados, desconcertados, lo dejaron pasar. Terminó en Guantánamo, pero declara sentirse feliz por haber 'jodido' al imperialismo yanqui.

Jorge Macri. El autodenominado 'Macri negro' se presentó en Ezeiza y se hizo pasar por el ministro de Planificación del Plan Quinquenal de Trueque Sexual venezolano. Pasó tan fácil que se quebró y confesó.


Luis Geréz. Según la SIDE, planeaba fugarse gratuitamente a Miami, usurpando el título de Embajador Plenipotenciario de las Naciones Unidas. Mientras estaba en la fila, alegó haber sido torturado por el pasajero de atrás; estaba solo. La maniobra fue tan burda que las autoridades de Ezeiza le pidieron por favor a Geréz que se fuera a su casa sin decir nada.


Esteban Prol. Fue el único sincero: dijo sentirse 'lo suficientemente negro' como para aprovecharse del pack discriminatorio. Lo dejaron pasar.

Chipi Barhijo. Dijo ser el Sultán de Brunei, y que si alguien le ponía un dedo encima 'Alá' se encargaría de él, sus hijos y sus camellos. Cuando le informaron que en Ezeiza no habían viajes a Temperley, se enojó y abandonó el aeropuerto.

Osvaldo Laport. Afirmó ser Rafael Maceratesi; pasó sin inconvenientes. En Londres lo detuvieron por ser parecido 'a nada que hayamos visto nunca hasta ahora'.

Un ciudadano común. Cuando lo de Brad Pitt no funcionó, confesó sentirse 'perseguido' por el Gobierno debido a su 'condición racial'. Lo enviaron de vuelta a la casa de su madre.

3 comentarios:

@PaloMedrano dijo...

jajaja, ví el informe que hizo TN sobre el caso, y daban ganas de mearse de la risa. Uno de esos "periodistas" con cara de serios que ponen (como si poner cara de serio equivaliera a serlo) dijo con cara de póker: una vergüenza, un papelón, bla, bla, bla.

En fin, pero menos mal que ese canal los tiene también a Silvestre y Bonelli, únicos que ponen algo de inteligencia a la televisión argentina. Que capaces que son, por Dios!

Anónimo dijo...

Muy divertido su post.
Ahora, que el negro Macri se vaya!!!!
No se ilusione, ese no va a largar la vaca justo ahora.
Es más Macri que Macri y además con perfil peroncho y futuro co-traidor (el motoacuático a su jefe y éste a su primo).
No se sorprenda, éste es un país de bandas, y en un lugar así, les va bien a los bandoleros.

Dorian dijo...

jajaj excelente...